El Consejo de Ministros español del 27 de julio autorizó a la empresa de desmantelamiento y gestión de residuos Enresa a licitar un contrato para el diseño, apoyo con licencias, fabricación y suministro de un sistema de almacenamiento de combustible nuclear usado para su uso en las centrales nucleares de Almaraz, Ascó, Cofrentes y Vandellós II. El contrato tendrá un valor máximo de 220 millones de euros (260 millones de dólares).
Se necesita capacidad adicional de almacenamiento provisional de combustible usado en la planta de Almaraz antes de su desmantelamiento (Imagen: CSN)
En la actualidad, todas las centrales nucleares de España, a excepción de Vandellós II, disponen de instalaciones independientes de almacenamiento provisional de combustible usado. Además de las instalaciones existentes, se requieren nuevas capacidades de almacenamiento temporal para 2026 en todas las plantas operativas, excepto en Trillo. Estas nuevas instalaciones de almacenamiento en seco contarán con botes metálicos soldados envueltos en hormigón.
Enresa anunció que la próxima licitación será para el suministro de un sistema de almacenamiento en seco del combustible usado generado en las plantas de Ascó, Cofrentes y Vandellós II a partir de 2026. En la planta de Almaraz, el nuevo sistema permitirá iniciar la retirada de combustible de sus piscinas de almacenamiento tras el cierre definitivo de sus dos unidades, previsto en 2027 y 2028, con el fin de preparar el desmantelamiento de la planta.
Dijo que los nuevos sistemas de almacenamiento tendrán el mismo diseño para todas las plantas y estarán sujetos a un único proceso de concesión de licencias. Enresa dijo que esto logrará ahorros gracias a las economías de escala y el uso compartido de equipos auxiliares y repuestos, procedimientos comunes y capacitación.
"Para implementar estas soluciones, se necesitan cinco años desde el inicio de la licitación hasta que estén operativas en 2026, de acuerdo con el calendario previsto en la licitación", dijo Enresa.
Las nuevas instalaciones de almacenamiento serán compatibles con cualquiera de las estrategias de almacenamiento temporal adoptadas en el nuevo Plan General de Residuos Radiactivos (GRWP), actualmente en proceso de revisión. El GRWP es un documento que recoge las estrategias y actividades que deben llevarse a cabo en España en materia de gestión de residuos radiactivos, clausura de instalaciones y análisis económico y financiero de estas actividades. El Consejo de Ministros lo aprueba y lo revisa y actualiza periódicamente.
La central nuclear de Trillo ha utilizado un sistema de almacenamiento en barril para albergar el combustible usado de la instalación desde 2002 con carácter temporal. La instalación tiene paredes y techo de hormigón, y es capaz de acomodar hasta 80 barriles de doble uso (para almacenamiento y transporte).
También se ha construido una instalación de almacenamiento provisional en el emplazamiento de la central José Cabrera, diseñada para el almacenamiento en seco de todo el combustible usado descargado del reactor. Su construcción fue esencial para el desmantelamiento de la planta, que cerró en 2006. Esta instalación alberga 12 módulos cargados con combustible usado y cuatro barriles adicionales adicionales que contienen las piezas metálicas más radiactivas de la segmentación de los internos del reactor.
En la planta de Ascó se ha construido una instalación de almacenamiento provisional para el almacenamiento en seco del combustible usado descargado de sus dos reactores. Consta de dos losas de hormigón armado, con capacidad para 16 módulos de almacenamiento por losa.
Enresa señaló que el combustible usado almacenado en las instalaciones de almacenamiento provisional in situ se transferirá finalmente a una instalación de almacenamiento centralizado. Villar de Cañas, en el centro de la provincia de Cuenca, fue seleccionada oficialmente como sede del Centro de Almacenamiento Centralizado (CTS) en diciembre de 2011. En julio de 2015, el Consejo de Seguridad Nuclear concluyó que la ubicación era adecuada para una instalación nacional de almacenamiento de residuos de alta actividad. El CTS ha sido diseñado para una vida útil de 100 años, aunque el actual GRWP establece una vida operativa de 60 años.
Investigado y escrito por World Nuclear News